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Jean Michel Poveda y la memoria de los árboles.

Visto desde cierto punto de vista, un árbol es algo misterioso. Su corteza surcada por arrugas secas, huellas, escritos, mensajes esotéricos de la naturaleza Donde el poeta busca los faros de su identidad, las marcas de su destino... Jean-Michel Poveda se encuentra allí. Su estilo en la pintura es un enamoramiento. Del ladrido aprende el diapasón. Los canales sinuosos por los que genera las figuras de sus creaciones, los ahueca con color. El aceite funciona. Tras un enfoque más conformista de la pintura, Jean Michel Poveda, reflexionando sobre la corteza de los árboles ha pasado a ser otro.

En formatos pequeños y medianos, como los fásmidos de las regiones tropicales, sus temas parecen escondidos en la pintura.
Un “pez plano”. Su posición vertical y el juego de color verde con verde oscuro realzado con blanco le da relieve. Expuesto de forma decorativa, recuerda un ambiente mediterráneo. Pensamos en arabescos. La imaginación se hunde en la masa, busca, viaja, asocia datos. Se ve envuelta en un absurdo pero muy sugerente juego de memoria. Recuerda los platos de Nabeul, los moucharabiehs…. El conjunto adquiere un aspecto votivo pintoresco.
Corteza de árbol pasada por el tamiz de la pintura... El ojo queda suspendido entre dos estados de acomodación.

El título de esta serie no es otro que “ La memoria de los árboles. »… Como si la variedad de formas del mundo pudiera leerse desde la piel de un árbol.
También se encuentra en los posos de café. Leonardo da Vinci vio cosas en las manchas informes y las piedras abigarradas de las paredes. Paisajes, montañas, árboles, batallas, figuras de gestos vivaces, rostros extraños y disfraces.

El microcosmos de la faena, de la forma fortuita es conocido por los maestros del pincel. Encuentran allí el espíritu del dibujo. De la huella primordial en el lienzo en blanco, gráficos insanos en la imagen del mundo.

En el lienzo de Jean Michel Poveda titulado “L'œil” el artista utiliza marrones que recuerdan al color de la tierra removida. Todavía en este espíritu del lienzo de corteza, el párpado negro al que añade el iris modifica ligeramente los datos naturales. Como después de una cirugía menor, el ojo ciclópeo comienza a vibrar.
 
En “Agonía”, “Opresión”, “Criatura”, la pintura aparece en forma de entrelazamientos cercados. Dilatadas, las figuras abstractas se leen como piedras en el fondo del lecho de un río. Desde un punto de vista formal, estas obras constituyen el inicio de una nueva serie subsumida a la serie de la memoria de los árboles. A diferencia de "Flatfish" y "The Eye", exploran la abstracción por su efectividad emocional. Estos son estados de ánimo.

Otras obras como "El sabio de la nariz grande", "El visitante", "Metamorfosis", están más relacionadas. También son más fluidos. Adivinamos su dramaturgia a primera vista. En "Awakening of Desire", un cuerpo femenino espectral nace del color moteado de rosa, azul, blanco y negro. En este cuadro nos olvidamos de la corteza del árbol, matriz de la serie. En “A Family”, sigue siendo diferente; Una forma tripartita recogida sobre sí misma como una figurilla de terracota sobre un fondo rugoso de color verde oscuro permite adivinar las afinidades del artista por la escultura.

En proceso, la pintura de Jean-Michel Poveda, inspirada directamente en la corteza de los árboles, aborda diferentes temas, respondiendo a las preguntas íntimas del artista. Sus observaciones pictóricas sobre la realidad pero también la proyección de cosas invisibles sobre el lienzo poetizan y transforman la realidad. La pintura también es eso.

Ileana Cornea Julio 2006

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